Carla Araya Vásquez, a sus 63 años y residente de Viña del Mar, encontró su verdadera pasión en la cerámica gres. «Me enamoré de la cerámica gres y decidí que esto era lo que quería para mí,» dice Carla. Su camino comenzó con clases de cerámica, aprendió de los errores y cuando sintió que estaba lista, se lanzó para construir su taller y comprar un horno.
Carla es jubilada como terapeuta familiar. Tiene dos hijos, un hombre y una mujer, ambos ya sobre los treinta años, y una nieta adoptiva. En este nuevo oficio, su marido también la ha apoyado.
Aprender a trabajar con gres no fue fácil para Carla. Al principio, la frustración de que las piezas no resultaran como esperaba fue un gran obstáculo. En una ocasión, por estar distraída, metió al horno piezas húmedas que explotaron en mil pedazos. Pero esta experiencia, lejos de desanimarla, le dio fuerzas para seguir adelante.
«Al ser constante y no rendirme, he logrado ser buena en lo que hago,» comparte con orgullo. Cada pieza que vende, está hecha con amor y sin moldes, es única e irrepetible.
Carla encuentra también gran apoyo en sus amistades, quienes no solo compran sus piezas, sino que también promueven su trabajo de boca en boca.
Si buscas artículos de cerámica únicos y hechos a mano, confía en Carla Araya Vásquez. Su dedicación y pasión se reflejan en cada pieza que crea, haciendo de su trabajo una verdadera obra de arte.
Instagram: @carla.lucila
Facebook: @ Carla Araya Vasquez
Email: carla.lucila@gmail.com
Apoya a Carla y descubre la magia del gres en cada una de sus creaciones.